EL SUPERMERCADO DE LA MODA
Al parecer la idea de ropa
carísima en escenarios cotidianos o la misma inspiración del american dream ya
no son una novedad.
Una oda al consumismo, a la comida
chatarra y a la música; una celebración a la ironía en su mayor esplendor.
Siguiendo
con la temática pre-fall, Karl Lagerfeld dio un nuevo vistazo a la clase media
Americana por inspiración para si colección otoño-invierno 2014. Esta vez el
escenario fue un supermercado montado en el Gran Palais, en cuyas góndolas se
podían encontrar todo tipo de productos con la etiqueta de la maison francesa; una
lista de todos los productos sería como hacer un inventario de un supermercado
real.
Entre
Signos llamativos en azul, rojo y amarillo anunciaban los especiales del día y
"empleados" en capas, las
modelos desfilaron lo que parece ser el mismo lineamiento que el Kaiser
venia trabajando. Zapatillas cinturas encorsetadas, mangas englobadas y recortes curvos fueron
las claves de esta nueva colección de la maison Francesa. Pero a pesar de ello
los tapados hasta los tobillos, las zapatillas de tweed, la versión “bolsa” de
la icónica cartera 2.55, los turtle necks, la silueta oversize y los tejidos
bien texturados se llevaron todos los aplausos.
Una
paleta dominada por el rosa, gris, naranja, bordó, verde, blanco + negro,
mostaza, cereza, azul y algunos toques flúo empaparon la pasarela, donde el
estilo sporty se impone evidentemente.
El show,
al parecer, terminó con una voz en altoparlante que anunciaba: “Querido y valioso cliente, la tienda chanel
esta cerrando sus puertas. Por favor siéntase libre de recoger a la salida su
frutas y vegetales de cortesía”. Pero al parecer varios “amigos de lo
ajeno” no pudieron contener si necesidad de llevarse algún otro ítem del supermercado
por lo que se abalanzaron desde las gradas para intentar llevarse los productos,
que lamentablemente para ellos fueron confiscados a la salida.
Otra
marca que apostó en la inspiración de la clase media fue Rag & Bone. Para su
colección otoño-invierno, los
diseñadores David Neville y Marcus Wainwright mostraron una muy amplia gama de
piezas “usables”, que incluye desde chaquetas y abrigos, hasta sweaters de lana
bordados que nos recuerdan un poco al sweater de “Dude” en El gran Lebowski. Mamelucos
de trabajador, chaquetas y remeras de Bowling fueron uno de los grandes atractivos
de esta colección relajada con aires muy retro.
Al
parecer, el espíritu irónico de la firma Moschino también ha sido resucitado.
En la última semana de la moda en Milán, Jeremy Scott -quien se estrenará
al frente de la casa con una
colección Pre-Fall 2014-, ha conseguido fusionar a Ronald McDonald y
Coco Chanel en su colección otoño-invierno 2014/15. Para algunos tributo, para
otros ironía, Scott no ha dejado a nadie indiferente.
Dibujos
animados, McDonalds, las referencias de los cereales, los alimentos chatarra e
íconos de la vida americana, mezclados a través de un vórtice de Chanel
alternativo y el bling Moschino vintage con un toque operístico final, fueron
la inspiración de una colección donde el concepto “Fast Fashion” se presentó en
su mayor expresión con abrigos de bob esponja, sacos subversivos donde
los famosos arcos dorados se habían trenzado en un corazón, vestidos de noche
pintados como envolturas de chocolates y capas inspiradas por Duff Man.
Con un
desfile debut cargado de teatralidad y una pizca de merchandising, la firma
apuesta así por un diseño juvenil y rupturista, retomando el sentido del humor
y siguiendo el curso normal de Moschino, pero amplificado por Scott, a quien la
falta de sutileza parece haberle funcionado teniendo en cuenta los aplausos que
recibió al finalizar el show.
“No hablo
el italiano pero si hablo el Moschino”, una frase que parece resumir el éxito
de la firma en esta nueva colección de otoño-invierno.
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